sábado, 4 de noviembre de 2017

Baraka de Ron Fricke, una joya visual que premoniza nuestro colapso


En 1992 aparece una película visualmente fascinante, sin voces y solo acompañada de la música de Michael Stearns. Un viaje poético por las enormes contradicciones humanas en un mundo que intenta la armonía pero que se topa con el capitalismo, fase superior de la destrucción natural. Pueblos originarios libres y respetuosos del medio ambiente; asalariados superexplotados que se rinden a la sociedad del consumo y las esclavitudes del urbanismo. Hombres que juegan a ser dioses, y hombres que rezan a los dioses. Una obra majestuosa y reflexiva, que anticipaba los debates actuales sobre la posibilidad del colapso civilizatorio. 




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