viernes, 29 de diciembre de 2017

La crisis de la civilización no puede analizarse solo desde el marxismo


Uno de los problemas a los que enfrenta el hombre político es la perspectiva desde donde se pretende ubicar para el análisis. Las crisis han venido siendo los momentos clave para poner en práctica los dispositivos múltiples para operar políticamente en la realidad. Si para todas las anteriores los análisis han devenido en yerro permanente, salvo contados casos, es de suponerse que para la madre de todas las crisis, el colapso de la civilización, los resultados serán aún peores.
Es necesario incorporar nuevas variables (que son fundamentales y determinantes incluso) para los proyectos políticos futuros. No se trata de pensar el socialismo solamente desde los libros de Marx o de los rusos de siempre, se trata de comenzar a inspeccionar las verdaderas posibilidades de construir un socialismo a lo ruso, cuando el escenario que se aproxima no tendrá para nada  las condiciones que hace cien años había. La perspectiva que tenían aquellos hombres de la política revolucionaria no puede ser de ninguna forma la nuestra. Se han sumado en el camino de nuestros fracasos unos "problemitas" importantes que deben considerarse  con el riesgo de que todo nuestro proyecto político se esfume para siempre. Hoy no se trata solamente de incluir a los excluidos, de dar de comer a los hambrientos, de dar tierras a los desposeidos, es eso y "algo" más. Las condiciones para la vida se vienen reduciendo a escalas nunca antes vista, debido a un proceso de autoliquidación que propuso el sistema económico capitalista,  pero que también inició paralelamente un proceso de liquidación de otros sistemas, los ecosistemas. El pensamiento socialista ya no puede creer que la promesa de ese mundo soñado por varias generaciones ya,  está a la vuelta del derroque del capitalismo. No, no lo está para nada. El mundo se enfrentará a otras degeneraciones del capitalismo sin lugar a dudas, antes que se logre construir un socialismo como los socialistas ideamos en nuestras convicciones, si es que algo así puede hacerse ya con estos umbrales casi superados. Esto a raíz de la complejidad colosal de la crisis civilizatoria, que va desde la inestabilidad eterna de la economía de aquí en más, el  drama de la inmigración mundial a causa de la crisis ecológica, el terrorismo como salida desesperada, la pérdida progresiva de la energía, así como las ya históricas rebeliones políticas que no cesarán más.

Este documental, bastante básico por cierto, sirve para aquellos iniciados en la cuestión del perspectivismo político. Para arrancar y arrancarse los yugos ideológicos de toda clase, que no dejan operar el pensamiento multidisciplinario (lease aquí antisectario).  


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